Un escocés bajo el muérdago by Ángeles Valero & Zahara C. Ordóñez

autor:Ángeles Valero & Zahara C. Ordóñez [Valero, Ángeles & C. Ordóñez, Zahara]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Romántico
editor: ePubLibre
publicado: 2023-12-14T00:00:00+00:00

Capítulo 8

Nora

Le había dado la espalda al mundo, pero este había seguido girando sin mí. No podía seguir ignorando aquello o la bola se haría más grande. Ahora sabía que no iba a contestar a los comentarios, de hecho aquellos hechos por personas con ninguna interacción conmigo salvo esa vez serían borrados inmediatamente. Anulados y en algunos casos bloqueados.

En ese tiempo dedicado a lamerme las heridas había entendido que nadie en el mundo tenía derecho a juzgar mi relación, porque nadie sabía lo que había habido en ella. Ni siquiera los más allegados. ¿Acaso había tenido el valor de coger el teléfono en esas largas noches en soledad y hablar con alguna amiga sobre las cientos de malas excusas que me había dado Ricky? No. ¿Les había contado los desplantes, algunos públicos y muchos privados? ¿Sabían algo de su actitud, arisca en ocasiones, que no tenía ningún sentido? Como aquella vez en Berlín, donde me había atacado una gastroenteritis nada más llegar y él me había dejado dos días en el hotel sin preocuparse siquiera de saber mi estado. No, nadie sabía eso, porque yo me había encargado de ocultarlo, por vergüenza, por no querer reconocer ante todo el mundo que la pareja perfecta que vendíamos en redes estaba muy lejos de la realidad. Y no lejos al nivel: «Nada en redes es cierto». Lejos a nivel estratosférico de: «Puede que esta pareja sea solo producto de tu imaginación».

Cogí dos de las mantas que Logan tenía reservadas para que los huéspedes pudieran disfrutar del paisaje sin pasar frío. Me envolví en una de ellas mientras la otra la usaba de cojín para no sentarme en la piedra helada del banco y, mientras observaba cómo se iba poniendo el sol, comprobé los mensajes uno por uno.

Para mi sorpresa, en ese tiempo habían salido declaraciones de algunas de las ex de Ricky y no solo me defendían, sino que contaban ciertos episodios vividos en su relación con ellas bastante peores de los que yo misma había sido testigo. Esas declaraciones, junto con todas las palabras de Bryden de esos días, hicieron que por fin se me cayera la venda de los ojos. No había sido culpa mía. Al menos no entera. No toda la que algunos medios y Ricky me habían querido atribuir.

Una vez revisados los mensajes importantes y dejando de lado aquellos que por su aspecto o su interlocutor sabía que serían solo malas noticias, busqué el apartado de historias, apunté la cámara a las montañas y grabé un instante de aquel magnífico atardecer. Después busqué entre todas las canciones recomendadas hasta que di con la indicada: Mientras me curo del Cora, de Karol G. empezó a sonar, busqué el principio de esta y dejé el mensaje.

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